lunes, 21 de septiembre de 2015

—¿Chip, Miles y Takumi estarán en su casa este fin de semana...? Sí, señora...
¡Ja!... Está bien. Hasta luego —el Águila miró al Coronel—. Tu mamá es una
mujer maravillosa —el Águila sonrió.
—Dígamelo a mí —el Coronel sonrió de oreja a oreja—. Nos vemos el domingo.

Conforme caminábamos hacia el estacionamiento del gimnasio, el Coronel
nosdijo:
—La llamé ayer y le pedí que me encubriera; ni siquiera preguntó por qué. Solo
dijo: "Seguro, hijo, confío en ti", y vaya que lo hace.
Una vez fuera de la vista de la casa del Águila, dimos vuelta a la derecha hacia
el bosque.
Caminamos por el sendero de tierra sobre el puente y de vuelta al granero de la
escuela, una estructura dilapidada, propensa a las goteras que parecía más
una cabaña de troncos abandonada hacía años que un granero. Aún se
guardaba paja allí, aunque no sé para qué. No era como si tuviéramos un
programa ecuestre ni ninguna otra cosa. El Coronel, Takumi y yo llegamos
primero, y abrimos nuestras bolsas de dormir sobre los fardos de paja más
suaves. Eran las 18:30 horas.
Alaska llegó poco después; le había dicho al Águila 10 que iba a pasar el fin de
semana con Jake. El Águila no corroboró esa historia, porque Alaska pasaba
cuando menos un fin de semana al mes con Jake y sabía que a sus padres les
daba lo mismo. Lara se apareció media hora después. Le dijo al Águila que se
iba en coche a Atlanta para ver a un viejo amigo de Rumania. El Águila llamó a
los padres de Lara para asegurarse de que supieran que ella pasaría un fin de
semana fuera de la escuela y a ellos no les importó.
—Confían en mí —sonrió.
—A veces no se escucha tu acento —dije, lo que era bastante tonto pero mil
veces mejor que vomitarle encima.
—Son solo las íes suaves.

—¿No hay íes suaves en ruso?
—Rumano —me corrigió. Resulta que el rumano es un idioma.
¿Quién iba a saber eso? Mi cociente cultural tendría que incrementarse de
manera drástica si quería compartir una bolsa de dormir con Lara en los
próximos días.
Todos estaban sentados sobre las bolsas de dormir. Alaska fumaba con gran
descuido para la inflamabilidad extrema de la estructura, cuando el Coronel
sacó una sola hoja de papel de computadora y leyó:
"Las festividades de esta noche son para demostrar, de una vez por todas, que
nosotros somos para las travesuras lo que los Guerreros Semaneros son para
las mamadas. Pero también tenemos la oportunidad de hacerle la vida
desagradable al Águila, lo que siempre es un placer bienvenido. Así pues —dijo,
haciendo una pausa como en espera de un redoble de tambor—, esta noche
peleamos una batalla en tres frentes:
"Frente uno. La pretravesura: encenderemos, como quien dice, una fogata bajo
el trasero del Águila.
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viernes, 11 de septiembre de 2015

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